Ayer fue un día más tranquilo ya
que mi enfermera tenía solamente a un paciente a su cargo. Es por esto que como
a lo largo de la tarde tuve momentos en los que estaba más libre, aproveché uno
de esos momentos para ver como una enfermera de la planta de nefrología se
acercó a nuestro servicio para iniciar a un paciente el tratamiento de
diálisis. Fue entonces en cuando intenté recordar la teoría que había dado en
la asignatura de Enfermeria Clínica III sobre las técnicas de depuración
extrarenal, sin embargo notaba como no recordaba de forma clara la diferencia
que existía entre hemodiálisis y hemofiltración, y que procesos fisiológicos
intervenían en cada una. Es por esto que he decidido explicar en esta entrada
las dos técnicas, a modo de recordatorio y de fijar mejor los conocimientos.
La hemodiálisis se trata de una
técnica que utiliza la difusión y la ultrafiltración para depurar la sangre. Es
eficaz para eliminar solutos de pequeño peso molecular como la urea, la
creatinina y los iones. El circuito extracorpóreo se conecta al paciente
mediante la línea arterial, y mediante una bomba de rodillo la sangre se
impulsa hacia el dializador. En este, se encuentra la membrana semipermeable en
la que se realiza la difusión y ultrafiltración. Cuando la sangre circula a
través del dializador, las sustancias tóxicas pasan de la sangre al líquido de
diálisis y mediante la presión hidrostática se extrae el agua. La sangre sale
depurada del dializador y regresa al paciente por la línea venosa.
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La hemofiltración se basa en la
eliminación de solutos mediante un transporte convectivo. El agua es arrastrada
a través de una membrana semipermeable y se lleva con ella los solutos que son
lo suficientemente pequeños para atravesar la membrana. El circuito
extracorpóreo es similar al de hemodiálisis, aunque no hay líquido de diálisis
y debemos reponer el volumen que se ultrafiltra menos el balance negativo que
se quiera obtener. La reposición de líquido puede realizarse en la zona del
circuito situada antes del filtro o después de que la sangre haya pasado por
este.
Esquema de la hemofiltración. |
CONVECCIÓN
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DIFUSIÓN
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Transporte activo.
Gradiente de presión
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Transporte pasivo.
Gradiente de concentración.
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Membrana alta permeabilidad.
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Membrana semipermeable.
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Moléculas de mediano y gran tamaño.
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Moléculas de pequeño tamaño.
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Reposición sí.
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Reposición
no.
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Hemofiltración
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Hemodiálisis.
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Tabla comparativa entre convección y difusión. |
Combinando esta dos técnicas se
obtiene la hemodialfiltración. Se usa solución de diálisis y también se infunde
líquido de reposición. Se extraen líquidos y solutos por convección y por
difusión. Este método de depuración extrarenal es el más completo.
Cuando la enfermera de nefrología
terminó de iniciar al paciente la hemodiálisis explicó las distintas presiones
que se debían tener en cuenta. Ante esto me surgió la duda de qué información
nos puede dar cada tipo de presión y qué debemos vigilar.
Las presiones que podemos
monitorizar son las siguientes:
- Presión de entrada: es la presión con la que succiona la bomba para extraer la sangre del paciente. Es siempre negativa (-50/-150mmHg). Si baja, puede ser debido a acodamientos de la línea arterial o el flujo sea demasiado alto para el dispositivo de entrada.
- Presión de retorno o venosa: es la presión postfiltro, necesaria para que la sangre retorne al paciente. Es siempre positiva (50/150mmHg).Si aumenta, puede ser debido a que el catéter este acodado o el flujo de sangre sea demasiado alto.
- Presión de filtro: es siempre positiva (100/250mmHg). Si aumenta, puede ser debido a que la línea esté acodada o a que el filtro se esté coagulando.
- Presión del efluente: puede ser positiva o negativa (50/-150mmHg). Da una idea de cómo está funcionando el filtro.
- Presión transmembrana (PTM): es el promedio de presión de la sangre que pasa por el sistema más la presión negativa del lado por donde fluye el líquido.
Para acabar, me gustaría añadir a la entrada algunos diagnósticos de
enfermería que podríamos identificar en un paciente sometido a técnicas de
depuración renal extracorpórea:
Hipotermia r/c pérdida de calor
por circulación extracorpórea
Ante este diagnóstico, es
importante vigilar la temperatura del paciente.
Riesgo de déficit de volumen de
líquidos r/c aumento de peso excesivo interdiálisis
Para actuar sobre este
diagnóstico es importante observar signos de sobrecarga o retención de
líquidos, así como vigilar el estado de hidratación.
Bibliografía:
Esteban A, Martín C. Manual de
Cuidados Intensivos para Enfermería. 3ª Ed. Madrid: Springer-Verlag Ibérica;
2000
FitzGerald DJ, Cocere G. Hemofiltración
y Mediadores Inflamatorios. Latinoamer Tecnol Extracorpo [revista en internet]
2006 [acceso 6 de febrero de 2013] 13 (1). Disponible en: http://perfline.com/revista/volume13/v13n1/v13n1_04_art.pdf
Diagnósticos Enfermeros: Definiciones y clasificación 2009-20011. North American Nursing Diagnosis Association (NANDA). Madrid Elsevier, 2009.
Hola Sergio
ResponderEliminarPara ampliar más tus conocimientos y que el aprendizaje sea mayor, intenta contestar a las siguientes preguntas:
El paciente al que se le iba a realizar esta técnica era un paciente con fracaso renal en tratamiento previamente? O este tratamiento ha sido secundario a su estancia en la UCC, por sepsis, tras tratamiento antibiótico...?
En qué se diferencia esta técnica de la realizada a un paciente renal crónico c/48?
En cuanto al papel desempeñado por enfermería: en todas las UCC es la enfermera del servicio de nefrologia la responsable del cambio/ seguimiento del sistema de líneas? La enfermera responsable del paciente (la titular de la UCC) queda exonerada de esta responsabilidad? Se trata de un cuidado "a medias"?
Reflexiona sobre estas preguntas. Quisiera conocer tu punto de "vista" al respecto!
Ánimo
Hola Mª Jesús.
EliminarEn este caso, aunque al paciente se le aplicó un tratamiento continuo de depuración extrarrenal, era debido a que el paciente ya presentaba una insuficiencia renal y precisaba diálisis anteriormente.
Con respecto a la diferencia entre una técnica y otra: las técnicas continuas de depuración extrarrenal, al aplicarse de un modo lento y continuo, evitan complicaciones y proporcionan una mayor estabilidad hemodinámica, evitando cambios bruscos en la volemia y en las concentraciones de electrolitos y urea. Además, requieren un menor volumen extracorpóreo. Por todo esto son las de elección en pacientes críticos que necesitan una mayor estabilidad, por lo que la hemodiálisis convencional no se usa en estos pacientes.