En la entrada de hoy me gustaría
hablar sobre M. Es un paciente de 68 años que estaba ingresado en la unidad de hematología,
y que se trasladó a nuestro servicio debido a una insuficiencia respiratoria
hipóxica y a una neumonía basal izquierda. Además, M presenta un síndrome
mielodisplásico tipo CRDM (Citopenia refractaria con displasia multilinaje). M
ingresó el viernes, y ya noté como era un paciente al que le gustaba mucho
conversar con las enfermeras y el personal en general. El martes y el miércoles
también he tenido la oportunidad de estar a cargo de este paciente, y he
comprobado como ya hoy M tenía relación con gran parte del personal de la
planta, incluso con el celador, que pasa un rato sentado haciéndole compañía y
hablando con él cada tarde.
A lo largo de la carrera siempre
nos han enseñado lo importante que es ver al paciente desde una perspectiva
biopsicosocial. Es por esto que como hoy solo tenía a mi cargo a este paciente
y tenía más tiempo libre, este tiempo lo he dedicado a hablar con M. Tras estar
gran parte de la tarde hablando con él y sobre todo escuchándole, pude notar
como en este pequeño tiempo sentía que lo conocía mucho más. M estuvo contándome
historias de cuando era joven, como le ha tratado la vida y como ha cuidado de
sus hijos de los que está muy orgulloso. A veces me contaba algo gracioso, por
lo que yo me reía, pero intentaba no perder detalle de todo lo que me contaba.
M me dio consejos sobre cómo actuar en algunas situaciones que se te presentan
en la vida, y es que escuchar a una persona que tiene mucha más experiencia que
tú es algo muy interesante. También hubo algún momento en el que M me hablaba
más desanimado, el hecho de recordar momentos de cuando era más joven le
emocionaba y también estaba preocupado por su hospitailzación, ante esto yo intentaba animarle. Fue casi al final de nuestra conversación
cuando M me dijo que era una persona que sabía escuchar, y que era algo muy
importante ya que a muchas personas les
viene bien que le escuchemos, no todo nuestro trabajo es simplemente poner
medicación o estar vigilando parámetros y mirando monitores, si no escuchar a
los pacientes y tratar también la parte “psico” de biopsicosocial. Y cuando un paciente te dice que sabes escucharle y que gracias, es algo que te llena personalmente y que hace valorar mucho está profesión.
Es entonces cuando he pensado en
la importancia que tiene también el escuchar a los pacientes. Tenía el
prejuicio de que en este tipo de servicios los enfermeros iban a estar más pendientes de las patologías de los
pacientes, y que entre tantos parámetros que hay que vigilar, y tantos
monitores la parte psicológica y el escuchar a los pacientes iba a quedar en un
segundo plano. Sin embargo veo que no es así, M lleva ya 5 días en nuestra
unidad, y ya conoce a muchas enfermeras y auxiliares, que en algunos ratos se
pasan a hablar con él. También me parece muy curioso lo que mencioné
anteriormente: que el celador pase un rato sentado con el paciente viendo en el
Ipad de M videos sobre caza que a los dos les gusta es algo que me sorprende, ya que el celador es un profesional que en un
principio puede parecer que no interviene en los cuidados del paciente, pero en
este caso estoy seguro que el rato que está con M viendo videos y hablando con
él hace que se sienta más animado.
Toda esta situación me ha hecho
darme cuenta lo que he expuesto anteriormente, aunque este en una unidad donde
sea muy importante vigilar y controlar las patologías de los pacientes, no hay
que dejar atrás el trato humano a los pacientes y he sentido la necesidad de
buscar artículos sobre ello. Tras buscar varios artículos, he encontrado uno
acerca de las Alteraciones emocionales y necesidades psicológicas de pacientes
en una Unidad de Cuidados Intensivos. En este artículo se expone como durante
la estancia en la UCI los pacientes pueden desarrollar diversas alteraciones
emocionales (ansiedad, depresión, etc). También se expone como según esta
evidencia se consideraría necesaria la integración de profesionales en atención
psicológica en el equipo multidisciplinar de cuidados de la UCI para la
atención integral del paciente (1). Sabiendo esto, aunque no exista un psicólogo en
el equipo multidisciplinar, creo que el personal de enfermería puede ayudar
mucho en este campo, identificando y tratando problemas en este campo del
paciente.
Volviendo al caso de M, en él
podría identificar el siguiente diagnóstico relacionado con la esfera
psicólogica:
Riesgo de baja autoestima
situacional r/c deterioro
funcional (2)
Ante este diagnóstico he
comprobado como a M le anima que pase un rato hablando con él. Es por esto que aunque no sé qué pacientes me tocará llevar hoy,
si no me toca estar con M, sé que en algún rato que tenga libre iré a hablar
con él, porque en cierto modo esto también es una manera de cuidar.
1. Gómez-Carretero P, Monsalve V,
Soriano JF, de Andrés J. Alteraciones emocionales y necesidades psicológicas de
pacientes en una Unidad de Cuidados Intensivos. Medicina Intensiva [revista en
Internet] 2007 [acceso 31 de enero de 2013] 31 (6). Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0210-56912007000600006&script=sci_arttext
2. Diagnósticos Enfermeros: Definiciones y clasificación 2009-20011. North American Nursing Diagnosis Association (NANDA). Madrid Elsevier, 2009.